Boca ya ganó medio título del torneo Apertura 2011. Aunque nadie lo diga, en las fibras más íntimas puede empezar a sentirse campeón. Si Atlético Rafaela era uno de los perseguidores, no se notó. Dos goles de Nicolás Blandi y a la lona. Tres puntos más para escaparse en la punta y tachar otro partido para llegar a la vuelta olímpica.
Con la fórmula de siempre, el equipo de Julio César Falcioni ganó su noveno partido sobre trece fechas y le sacó 9 puntos a Rafaela, que se pueden convertir en ocho si Racing le gana a Estudiantes de La Plata. A Boca le sobró contundencia, orden, y corazón caliente para despachar a un rival chivo. Por lo menos en los papeles.
Rafaela había sido superior en los primeros minutos, pero Boca arrancó muy derecho, y a los 6 minutos Blandi dio otra muestra de su olfato goleador. Estaba en el momento justo y en el lugar indicado para abrir la cuenta y allanar el camino del triunfo.
Apenas un ratito después, otra vez el goleador xeneize en el Apertura facturó el segundo: Chávez transportó la pelota hasta que Blandi le picó en diagonal al espacio vacío y definió cruzado ante la salida desesperada de Sara. 2 a 0 y partido casi resuelto.
En el segundo tiempo, el firme líder del fútbol argentino se hizo fuerte en una de sus virtudes y metió el partido en el freezer. Con su habitual fortaleza defensiva y la disciplina táctica le alcanzó para sostener el resultado.
A cuatro minutos del final, el Pochi Chávez tuvo su premio y clavó el tercero, para sellar una victoria que ya estaba cocinada desde mucho antes.
Sin embargo, Boca se relajó y Rafaela consiguió un gol en los últimos minutos para achicar el resultado. Nicolas Castro con un tiro libre que nadie llegó a desviar, le cortó el invicto del arco de Agustín Orión (582 minutos sin recibir goles).
Boca ya no se acuerda de lo que es perder. Lleva 23 partidos invicto y parece no tener rivales que puedan aspirar seriamente a pelearle el campeonato. Restan seis fechas, y rivales duros como Vélez y Racing, pero ya son muchos los que empezaron a poner el champagne en la heladera. Cada vez falta menos para descorchar.